Al advertir sobre un número “inaceptablemente alto” de espías rusos en Estados Unidos, el gobierno anunció que 60 diplomáticos serán expulsados, todos agentes rusos de inteligencia bajo la cobertura de diplomáticos.
El grupo incluye una decena destacados en una misión rusa ante Naciones Unidas que según las autoridades participaban en “una agresiva compilación” de inteligencia en suelo estadounidense.
La medida fue una de las acciones más importantes adoptadas por Washington para castigar a Putin, en especial por sus actividades de inteligencia.
En la anterior comunicación entre ambos Trump felicitó a Putin por su reelección sin mencionar el envenenamiento del espía el 4 de marzo.