Washington y sus aliados “no deben olvidar que (Corea del Norte) está dispuesta a emprender sin dudarlo medidas estratégicas, incluyendo medidas físicas que movilicen todo nuestro poder nacional”, dijo un portavoz del Comité norcoreano para la Paz de Asia-Pacífico, en declaraciones que publicó la agencia estatal KCNA.
Ese comité, afiliado al Partido norcoreano de los Trabajadores, también acusó a Estados Unidos de “forzar a otros países a adoptar las sanciones a través del miedo”, y tachó la resolución de la ONU de “acto terrorista” y de “documento ilegal”.
En otro comunicado recogido hoy por la KCNA, el régimen que lidera Kim Jong-un también censuró a Seúl por realizar maniobras con fuego real cerca de la frontera occidental con el Norte, y amenazó al país vecino con “convertir las islas fronterizas del oeste e incluso Seúl en un mar de llamas”.
Estas declaraciones de Pyongyang llegan después de que en la víspera el régimen se pronunciara por primera vez de forma directa sobre el duro paquete de sanciones aprobado por la ONU el sábado, a través de un comunicado en el que criticaba dichas medidas y amenazaba con represalias contra Estados Unidos.
Corea del Norte defiende que su programa nuclear y de misiles solo pretende disuadir de una eventual invasión a Estados Unidos, país con el que se mantiene técnicamente en guerra desde más de 60 años.
Las sanciones de la ONU llegan en respuesta al primer misil balístico intercontinental (ICBM) que lanzó en su historia Corea del Norte, el pasado 4 de julio, un hito armamentístico al que le ha seguido el lanzamiento de un segundo proyectil de este tipo el 28 de julio.