Parveen Bibi confesó el “crimen de honor” ante un tribunal de Lahore, en la provincia de Punjab, según reportó este martes la cadena CNN.
Dijo que estranguló a su hija Zeenat Rafique luego de que ésta se fugara para vivir con su nuevo marido, quien pertenecía a una etnia distinta. La madre junto a su hijo Ahmer Rafique le prendieron fuego a Zeenat en hechos reportados en junio de 2016.
La joven vivía con su esposo, pero retornó al hogar familiar para tratar de reconciliarse con sus parientes.
Fue entonces cuando aprovecharon para atarla a una cama, rociar su cuerpo con gasolina y prenderle fuego, según indicó a la cadena televisiva la portavoz de la Policía, Nabila Ghazanfar.
“Luego de matar a su hija, Parveen salió a la calle, se sacó su chal y comenzó a golpearse el pecho, gritando: ‘¡Gente! ¡Maté a mi hija por mal comportamiento y darle una mala fama a nuestra familia!”, reveló la hermana de la sentenciada, Naseem Bibi. “Mi hermana declaró tiempo atrás que no permitiría que su hija se casase con un pashtún”, añadió.
Bajo las nuevas leyes anti “crímenes de honor” que entraron en vigor en el país en octubre pasado, octubre, ni Parveen ni su hijo podrán recibir un perdón. Actualmente, un convicto se enfrenta a una pena mínima de 25 años de cárcel. Bibi fue condenada a muerte, mientras su hijo cumplirá cadena perpetua.
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