Al menos 15 personas murieron y decenas resultaron heridas este domingo tras un ataque armado ocurrido en Bondi Beach, una de las playas más concurridas de Sídney, Australia. Según las autoridades locales, dos hombres armados abrieron fuego durante un evento judío organizado para conmemorar el inicio de la festividad de Hanukkah, en lo que el gobierno calificó como un acto terrorista con motivación antisemita.
La policía informó inicialmente de 29 personas heridas, entre ellas dos agentes. Uno de los atacantes murió en el lugar, mientras que el segundo presunto tirador fue detenido y se encuentra en estado crítico. Las autoridades no han aclarado si el sospechoso fallecido está incluido en el balance total de víctimas mortales.
El primer ministro del estado de Nueva Gales del Sur, Chris Minns, confirmó que el ataque estuvo dirigido específicamente contra la comunidad judía de Sídney. “Este atentado ocurrió en el primer día de Hanukkah y fue un acto terrorista”, declaró durante una rueda de prensa. En la misma línea, el primer ministro australiano, Anthony Albanese, calificó el hecho como “un acto de antisemitismo malvado” y expresó su solidaridad con las víctimas y sus familias.
Testigos relataron escenas de pánico cuando comenzaron los disparos en el paseo marítimo, alrededor de las 6:45 de la tarde. Cientos de personas huyeron del área mientras la policía desplegaba un amplio operativo de seguridad y solicitaba a la población refugiarse y evitar la zona. Imágenes del lugar mostraron una fuerte presencia de servicios de emergencia y heridos siendo evacuados en camillas.
Un video difundido por medios locales muestra a un transeúnte enfrentando y desarmando a uno de los atacantes antes de la llegada de la policía. Las autoridades confirmaron que este ciudadano resultó herido y fue trasladado a un hospital, donde recibe atención médica.
La Asociación Judía Australiana y la organización Chabad, encargada del evento, confirmaron que entre las víctimas se encuentra Eli Schlanger, rabino asistente que participaba en la celebración. Líderes políticos australianos e internacionales, incluido el presidente de Israel, Isaac Herzog, condenaron el ataque y lo describieron como un acto de odio contra la comunidad judía.
Las autoridades señalaron que la investigación se encuentra en una fase inicial y la calificaron como “compleja y de gran alcance”. Mientras tanto, el gobierno australiano aseguró que continuará colaborando con organismos internacionales para esclarecer los hechos y garantizar justicia a las víctimas.