A principios de 2018 llegaba al mercado el Skoda Karoq, un SUV compacto que se ha convertido en una de las piedras angulares de la gama junto al Octavia y el Kamiq. Las miradas puede que se centren en el Enyaq, que ya trajimos al canal, pero en cuatro años se han vendido medio millón de unidades del Karoq.
Ahora toca la renovación de este exitoso modelo. El Skoda Karoq 2022 llega al mercado con novedades en todos los frentes. Por un precio de 28.200 euros. Si eliges un acabado Sportline, el más deportivo, hablamos de 35.000 como precio de partida. Para descubrir qué ofrece el nuevo Skoda Karoq, lo hemos probado durante una mañana en Madrid. Estas son nuestras impresiones:
Exterior
El Skoda Karoq 2022 está disponible en los niveles de acabado Active, Ambition y Style, además de la variante Sportline. Hemos elegido esta versión ya que este acabado celebra 30 años en 2022, desde que en 1992 se lanzó el Favorit Sportline… y es el más demandado por particulares.
Hay novedades de diseño, como una parrilla más ancha y faros más estilizados con un nuevo diseño de cuatro luces. Pueden contar por primera vez con tecnología Matrix Full-LED, de serie en esta terminación. En el Skoda Karoq Sportline verás muchos detalles en negro, como los listones y el borde de la parrilla, así como una toma de aire inferior específica o el faldón delantero en el color de la carrocería. Nuevas son las cortinas de aire en forma de L en los laterales del paragolpes.
Negras son también las carcasas de los retrovisores, los marcos de las ventanillas y los raíles del techo. Los faldones laterales van en el color de la carrocería en lugar de en plástico negro, perdiendo ese toque SUV. Las aletas delanteras n con el dio falta el distintivo Sportline.
Para el Skoda Karoq 2022 se ofrecen llantas de 17 a 19 pulgadas, que prometen mejor aerodinámica, y dos colores nuevos (naranja Phoenix y gris Grafito. Muy pocos cambios en sus medidas. Mide 4.390 mm de largo y 1.841 mm de ancho. Su altura se queda en 1.603 mm, algo más si se elige una versión con tracción total.
En la zaga, el Karoq estrena un alerón ligeramente más largo, que consigue que el coche se vea más estilizado y mejora la aerodinámica en más de un 9%. En el Sportline cuenta con un faldón trasero que incorpora salidas de escape con efecto cromado. También con una luneta trasera oscurecida, como las ventanillas traseras, y con unas ópticas con la clásica forma de C más nítidos, Full Led y con intermitentes dinámicos en esta unidad.
Interior
El habitáculo no cambia de dimensiones y tampoco en la distribución de los elementos respecto de la anterior generación. Sí cuenta con más equipamiento de serie, cambian algunas molduras y el aspecto varía en función del nivel de acabado. Puedes también elegir un paquete opcional con materiales sostenibles.
En la versión Sportline el protagonismo recae en el color negro, que incluye techo, pilares de las puertas o las fundas de los asientos deportivos con reposacabezas integrados. Hay detalles en contraste, como las costuras plateadas en la palanca de cambio, reposabrazos central o el volante de tres radios, con el distintivo de la versión.
Y sí, también se incluyen detalles en negro piano, pero no demasiados, apenas en el salpicadero y en el borde de la consola central. Me han gustado las molduras que imitan a la fibra de carbono en las puertas.
Y, por supuesto, pantallas. La pantalla del sistema de infoentretenimiento puede tener hasta 9,2 pulgadas, pero me gusta que todavía conserva mandos físicos para la climatización. Hay un cuadro de instrumentos digital, de 8 o, en el caso de la versión Sportline, de 10,25 pulgadas y que tiene un fondo específico.
En las plazas traseras hay buen espacio para las piernas y, sobre todo, para la cabeza. Si viajas con gente alta es de los mejores en este sentido. Lo mejor, es que se pueden elegir además asientos Vario Flex. Es una bamnqueta de tres asientos independientes en los que los laterales pueden desplazarse longitudinalmente para ganar espacio para el maletero.
Maletero
El maletero del Skoda Karoq tiene 521 litros de capacidad, igual que antes. Es una buena cifra entre los SUV compactos. Si eliges los asientos modulares, puede alcanzar los 588 litros, una cifra excelente, con formas muy regulares para que aproveches hasta el último rincón.
Más que la cifra, en lo que bate Skoda a sus rivales es en el apartado práctico. No faltan perchas en los laterales, ganchos para sujetar la carga o una toma de 12 V en uno de los laterales. Puedes abatir los respaldos de los asientos traseros para conseguir un espacio de 1.605 litros de capacidad.
Motor
Un Skoda Karoq Sportline puedes elegirlo con los motores más potentes de la gama. En diésel, el 2.0 TDI con 150 CV, con posibilidad de cambio automático y más oferta en gasolina, con el 1.5 TSI de 150 CV y desconexión de cilindros activa. Exclusivo de esta variante es el 2.0 TSI de 190 CV, asociado de serie a la tracción total y al cambio DSG de siete velocidades.
Por ahora, nada de electrificación. Ni versiones híbridas ligeras, ni enchufables, como sí que tiene, por ejemplo, el Octavia. Vamos a conducirlo y a ver si las puede echar de menos.
Comportamiento
Cuando lo ves por fuera puedes pensar que el Skoda Karoq Sportline es un vehículo deportivo. Pero no, se trata de un coche que persigue la comodidad de sus ocupantes sobre cualquier otra cosa.
Absorbe muy bien los baches, mejor que un Seat Ateca o incluso que un Hyundai Tucson, por citar dos coches que han pasado por nuestra sección de pruebas, pero eso no significa que se comporte mal en curva o balancee demasiado. Tiene reacciones seguras y el tacto de la dirección es bastante directo y preciso.
Con este motor en concreto, el coche es rápido, pero pensado más para curvas rápidas que para entornos ratoneros, si bien la tracción total te aporta un extra de tracción en muchos momentos cuando quieres circular a ritmos altos. Entrega los 190 CV de potencia máxima entre las 4.200 a 6.000 rpm y tiene un buen par máximo de 320 Nm presente entre las 1.500 y 4.100 rpm.
Y es que sus prestaciones son buenas, ya que completa el 0 a 100 km/h en 7 segundos y una velocidad máxima de 221 km/h. Y todo ello con un consumo de 7,5 l/100 km. Obviamente, será más alto si llevas el coche al límite, pero la marca promete consumos más bajos y emisiones que antes de la puesta al día con todas las mejoras aerodinámicas.
Opinión coches.com
Si lo comparase con una persona, el Skoda Karoq sería ese amigo que no te falla. Fiable en carretera, con buenas reacciones aunque lo intentes poner en algún apuro. Es, además, un coche práctico, amplio y bien rematado.
Puede que ese amigo de toda la vida no está a la última moda, porque sigue siendo el de siempre, pero si se viste de gala, como el acabado Sportline, la verdad es que es pintón.
Echamos de menos en la gama mecánica alguna versión con etiqueta ECO. En eso está por detrás de algunos rivales. Eso sí, los motores van bien y de elegir uno elegiría con la cabeza el 1.5 TSI -yo no hago tantos km al año para elegirlo diésel– o el 2.0 de 190 CV si el gasto no me importase mucho, porque es un motor que se puede disfrutar mucho.
No son los Skoda los coches baratos de antaño. Como ese amigo, al que tienes que hacer un esfuerzo por verlo y disfrutar de él, hay que rascarse el bolsillo. Lo bueno, que exprimes cada euro invertido y, como su equipamiento de serie es generoso, pues tiene una relación precio/producto muy buena.