El hecho ocurrió en medio de las fuertes brisas y aguaceros registrados alrededor de las 4:30 de la tarde del domingo en la parte sur de Santiago, que provocaron la caída de al menos siete árboles, cables eléctricos, letreros y una puerta corrediza, obstaculizando el tránsito en varias calles.
La situación también generó la crecida de la cañada del Diablo y de Portezuela, ocasionando daños a viviendas en el sector Fracatán.
Brigadas de la Defensa Civil, Bomberos y personal de Edenorte trabajaron en la rehabilitación de las vías, retirando escombros y restableciendo el servicio eléctrico en zonas afectadas.
Las autoridades mantienen un operativo de limpieza y asistencia en Santiago y Tamboril, mientras exhortan a la población a evitar cruzar ríos y cañadas durante las lluvias por el peligro que representan las crecidas repentinas.