La sentencia fue dictada por el Tribunal Popular Intermedio de Changchun, en la provincia de Jilin, e incluye además la privación de sus derechos políticos de por vida. El fallo ordena la confiscación total de sus bienes personales y establece que las ganancias ilegales obtenidas mediante corrupción serán recuperadas y entregadas al tesoro nacional.
Tang, quien se desempeñó como titular de Agricultura hasta 2023, se declaró culpable durante el juicio y expresó su arrepentimiento en su declaración final.
En China, las condenas de muerte con suspensión de dos años suelen ser conmutadas por cadena perpetua si el reo no reincide durante ese período, aunque la gravedad del caso puede influir en la decisión final.
El caso forma parte de la amplia campaña anticorrupción impulsada por el presidente Xi Jinping, que ha alcanzado a altos funcionarios del gobierno, el Ejército y empresas estatales.