El pontífice estadounidense explicó que sigue "con atención y esperanza" el desarrollo de lo que sucede en Israel, Irán y Palestina, y afirmó que resuenan con urgencia las palabras del profeta Isaías: "Ninguna nación levantará la espada contra otra nación, ni se entrenarán más para hacer la guerra".
Asimismo, instó a que "se escuche la voz que viene del Altísimo y se curen las heridas de las sanguinarias acciones de los últimos días y se rechace cualquier lógica de prepotencia y venganza y se elija con determinación la vía del dialogo, de la diplomacia y de la paz".
Por otra parte, el papa condenó "el cobarde atentado terrorista contra la comunidad griega ortodoxa en la iglesia Mar Elías de Damasco" y expresó su solidaridad a todos los cristianos de Oriente Medio.
"Estoy cerca de vosotros, toda la Iglesia está cerca de vosotros", dijo.
Señaló también que "este trágico suceso recuerda la profunda fragilidad que sigue marcando a Siria, tras años de conflicto e inestabilidad".
Y destacó que "es fundamental que la comunidad internacional no mire hacia otro lado en este país, sino que siga ofreciendo su apoyo con gestos de solidaridad y con un renovado compromiso por la paz y la reconciliación".